¿Conoces «els Bunyols de l’Empordà»? Este es un postre tradicional de nuestra zona elaborado a base de harina frita que se acompaña con licor y se come sobre todo por Cuaresma y Semana Santa, a pesar de que cada vez es más habitual que se encuentren a las pastelerías durante todo el año.

¿Cuál es el origen de este postre tradicional?

De los buñuelos, es difícil precisar la antigüedad. Coloquialmente hablando, se dice que son un invento de hace muchos siglos por parte de los frailes del Ampurdán, que habrían creado un producto muy similar a los buñuelos que conocemos actualmente pero a base de miel y «garnatxa», pero sin azúcar, puesto que este todavía no existía como tal.

Tradicionalmente, este era un postre hecho exclusivamente a casa en Semana Santa, el miércoles o Jueves Santo. A pesar de que, con el paso del tiempo, los buñuelos pasaron de hacerse a casa a elaborarlos las pastelerías y a adquirir un formato mucho más comercial y una receta más refinada.

Aun así, la tradición de hacerlos a casa no se ha perdido de todo, y por este motivo hoy desde el blog de la Costa Brava de Porcel Advocats queremos compartiros la receta de «bunyols de l’Empordà» según el programa «Cuines» de TV3.

¿Qué necesitamos?

625 gr de harina 150 gr de azúcar 7 gr de sal 15 gr de matalahúva (puede ser en polvo o en grano) 65 gr de grasa o manteca 4 huevos 12 gr de piel de limón 35 gr de levadura prensada 250 ml de leche tibia

¿Qué pasos tenemos que seguir para elaborarlos?

  1. Con la harina, el azúcar, la mantequilla, la levadura prensada y la sal hacemos una demasiada muy homogénea.
  2. Preparamos una infusión de matalahúva o anís seco en un cuarto de litro de leche. Opcionalmente, podemos añadir unos 10 gramos de colindare y media rama de canela.
  3. Colamos la infusión y la incorporamos mientras todavía es tibia, para que se mezcle mejor.
  4. A continuación, añadimos la piel de limón y unos 10 cl de «garnatxa» y 10 cl de aguanafa. Si ponemos «garnatxa» y aguanafa, es muy importante descontarlos del peso total de la leche o la mezcla nos quedará aguada.
  5. Sin dejar de amasar, incorporamos los huevos uno por uno hasta tener una masa muy homogénea y la dejamos reposar en un lugar tibio y sin corriente de aire.
  6. En dos horas, habrá doblado su volumen. Con las manos húmedas o enharinadas porque la demasiada no se enganche tanto, haremos las bolas de la medida de un buñuelo.
  7. En una paella, calentamos el aceite. Cuando es al rojo vivo, no antes, freímos los buñuelos. No les damos la vuelta hasta que se doren. No los sacaremos hasta que el dorado no sea más bien oscuro.
  8. Inmediatamente, los enlucimos con azúcar. Si se enfrían, el azúcar no se coge.

Os iréis a preparar la receta esta Semana Santa? Recordáis que en la hora de coméroslos también se pueden mojar con anís, moscatel o «garnatxa». Buen provecho!