Visitar la Costa Brava durante el otoño siempre es una opción perfecto, porque esta zona tiene mucho a ofrecer más allá de sus playas. Así pues, si sigues con la percepción que la Costa Brava es solo un destino para el verano, no puedes perderte este artículo. Des de Porcel Abogados te descubriremos las mejores propuestas para hacer durante los meses de otoño y no podrás resistirte a visitarla!

La opción perfecto por el otoño: Senderismo

Las temperaturas del otoño son mucho más agradables que los meses anteriores. Sobre todo durante los meses de septiembre y octubre, puesto que el noviembre que se erige como un mes lluvioso y ligeramente más fresco. Por este motivo, esta época es un momento idóneo para practicar senderismo.

3 opciones de rutas de senderismo a la Costa Brava

Las opciones de senderismo a la Costa Brava son múltiples. Sabías que tiene más de 2.000 kilómetros de rutas senderistas? Muchas de ellas también pueden realizarse en bicicleta o a caballo.

  • Camí de ronda

Una de las rutas más famosas es el Camino de Ronda. Este camino paralelo en el mar tiene unas vistas maravillosas a los paisajes de la Costa Brava, que combinan playas y acantilados. Además, si empiezas la ruta muy temprano, también puedes aprovechar para contemplar la salida del sol a alguna de sus playas.

Puedes leer más sobre los caminos de ronda aquí.

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  • Roses – Punta de la Ferrera

Otra opción puede ser realizar el recorrido desde la Bahía de Roses hasta la Punta de la Herrera, situada por la zona del Jefe de Norfeu. Uno de los puntos más bonitos de la costa catalana y por el cual parecen sentir predilección las ballenas y delfines. Si tienes un día de suerte, podría ser que vieras algún sobresalir del agua. Quién sabe.

Allí podrás disfrutar de unas vistas increíbles de calas escondidas como Cala Rostella o la Playa de Canyelles Pequeñas. Si prefieres una ruta cultural, qué te parecería salir desde Figueres en dirección al Castell de San Fernando?

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  • Castillo de Montgrí

El castillo del Montgrí, visible desde muchos puntos del Ampurdán. Asentado sobre Torroella de Montgrí, no se encuentra en muchos kilómetros del mar que cuerno el Estartit. Para subir andando, una vez en Torroella, es fácil encontrar el camino para empezar el itinerario, puesto que tanto el macizo del Montgrí como el castillo son visibles des de cualquier punto de la villa.

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