La incapacidad civil o legal de una persona, hace referencia a una sentencia jurídica la cual establece que un sujeto (mayor de edad) no tiene la capacidad para regir sus propios bienes ni tampoco para valerse por sí solos, a causa de una situación psíquica, física o sensorial.

En estos casos, se establece la figura de un curador, tutor o defensor judicial (que puede ser un familiar o cónyuge), para que vele por todos sus derechos, a excepción de los actos considerados judicialmente como “personalismos” (como, por ejemplo, el otorgamiento de un testamento).

¿Cómo es el trámite de incapacidad civil?


La incapacidad civil en España se rige en función de lo dictado en el artículo 200 del Código Civil, el cual habla de “deficiencias o enfermedades persistentes de carácter psíquico o físico y que impiden a un sujeto gobernarse por sí mismo”. Es por eso que tiene una naturaleza contenciosa, jurisdiccional y contradictoria.

En este caso, la Justicia analizará los correspondientes documentos y certificados presentados, para de esta forma emitir una sentencia que establezca los límites de la incapacidad y especificar el régimen de tutela o guarda de la persona.

Debemos recordar que el proceso de incapacidad civil en España, solo puede ser iniciado por los siguientes sujetos:

  • La propia persona afectada.
  • Familiares directos.
  • Cónyuges.
  • Responsables de la tutela o patria potestad (que hayan ejercido esa responsabilidad previamente cuando la persona era menor de edad).